04 octubre, 2010

Yo se que es tiempo de sembrar la luz, es sol se oculta para no volver.



Basta!, ya no quiero buscarle el sentido a cada frase que leo, no todo tiene un porque, hay que dejar entrar a la locura y dar paso a la imaginación, volar. Así, cantar, gritar, reir. Así de inquieto, así de detallista. Me cuestiono cada cosa, analizo cada frase, a todo le busco algún sentido. Asi de soñado, me pierdo en la música, me cuelgo de las nubes y voy, a donde el viento me quiera llevar, hasta donde mi imaginación pueda llegar. Así de inutil me siento cada vez que te tengo en frente, asi de tonto me pongo, que no se que decir.
Y soy de hablar, soy de expresarme, soy de escribir y contar cuentos, hablar de cualquier tema, sacar palabras de mis labios, hablar, y hablar y sin embargo, hay algo en tus ojos que me tilda, me bloquea, me callan. Tus ojos me callan y se apoderan de mi razón. Entonces no se si es un sueño o es realidad.

El mundo parece desaparecer en ese instante. Así, mirándote, callando, soñando, amando en silencio, así.




El destino es un superhéroe con poderes ilimitados, puede todo.
Pero como todo superhéroe tiene una
debilidad. La debilidad del destino son las decisiones humanas. Eso es lo único que puede cambiarlo. Como una simple piedrita verde puede debilitar a Superman, lo único que puede cambiar el destino sontus decisiones.
Y ya no espero, sino que me muevo, y sigo, y camino, y me levanto. Y ya no me importa volver a caer.



Mujer yo te amo
quiero que vuelvas a mi lado
y por favor no tengas miedo
porque los dos nos queremos.


Y este amor que compartimos
es bello y es tan lindo
y por favor no tengas miedo
porque los dos nos queremos.


Sin querer me enarmoré me ilusioné
ese corazón no romperé lo cuidaré
lo protegeré mi amor te quiero a ti.





Mañana de nuevo nos vemos, ahora la suerte está echada.

No sé si podré soportar veinte horas de nada.

El mundo se ha parado y con él mi corazón.
He sacado mis viejos relojes en los oscuros cajones guardados.
He intentado ponerlos en orden pero no lo he logrado.
He salido de casa esta noche sin saber lo que estaba buscando.
Preguntando a todos por tu nombre, pero no te he encontrado.

Así que me duermo esperando que pase la madrugada.
No sé si podré soportar veinte horas de nada.
No hace falta que te diga que me muero
por hacer que el tiempo corra más de prisa y volverte a ver.